El llanto es una forma de comunicarse del bebé, en la cual nos indica que hay una necesidad, un deseo insatisfecho, incomodidad, etc.; los motivos del llanto por lo general son tres:
Ayuda: cuando esta mojado, tiene hambre, esta incomodo o necesita compañía
Queja: por algún tipo de dolor, o también por exceso de ruido y de estimulación
Desahogo: para liberar las tenciones que ha ido acumulando.
Ayuda: cuando esta mojado, tiene hambre, esta incomodo o necesita compañía
Queja: por algún tipo de dolor, o también por exceso de ruido y de estimulación
Desahogo: para liberar las tenciones que ha ido acumulando.
Es normal que el bebé llore los primeros tres meses de vida, ya que esta en un proceso de adaptación fuera del útero materno, en esta etapa llorara de una a tres horas diarias, si que esto signifique que los padres no lo cuiden adecuadamente.
Para que deje de llorar (al menos que sea por dolor o enfermedad), podemos probar alguno de los siguientes puntos:
Atenderlo pronto
Es mas fácil atender a un niño que lleva llorando un rato, el atenderlo pronto no es sinónimo de malcrianza, ya que se le demuestra que puede confiar en su propia capacidad para reclamar ayuda y que existe alguien que se la va a brindar. Los niños que son atendidos rápida, cariñosa y eficazmente enseguida dejan de llorar. Desde luego, cuando el niño además de llorar, gruñe o se queja, es mejor darle tiempo para que resuelva su incomodidad por si mismo, especialmente cuando se va descubriendo que el bebé es muy llorón o se desespera fácilmente.
Asegurar la satisfacción de sus necesidades básicas
Es indispensable la experiencia previa de los padres; por lo general se empieza por comprobar que el bebé no tenga hambre, frió, mojado o quiera compañía; a lo mejor solo necesita dormir, lo mejor es recostarlo en su cuna, pero si el llanto empeora o después de 5 minutos no se a dormido, es mejor tomarlo en brazos. Si ninguna de las situaciones anteriores calma el llanto del niño es posible que la causa del llanto sea tensión, y solo lloran para desahogarse y descargar su nerviosismo, en este caso lo mejor es tener paciencia.
Tomarlo en brazos
Existe un mito que dice: “déjalo llorar, que no se acostumbre mal”; es un gran error, el niño solo quiere encontrar atención y afecto, si adquiere una mala costumbre no es por que se le haya consolado cuando el necesitaba. Sin embargo, tampoco es correcto cargarlo como remedio para que se calle; el tomarlo en brazos es para observarlo y averiguar lo que quiere. Recuerde que el llanto es su forma de comunicarse y no lo debemos reprimir, sino interpretar.
Destacar el dolor y enfermedad
Cuando ya se ha comprobado que las necesidades básicas están satisfechas, es posible que es llanto se por causa de enfermedad o dolor. El llanto de dolor los hace gritar de una forma característica, pero cuando no sabemos el motivo es mejor desnudar totalmente, es posible que lo ropa le este oprimiendo alguna parte del cuerpo. Si acompañado del llanto están otros síntomas como palidez, vomito, fiebre, etc. Puede ser por alguna enfermedad y es mejor llevarlo al medico.
Intentar otros métodos para tranquilizarlo
Manteniendo una actitud relajada y comunicativa, tratando de transmitir confianza y observando la respuesta del bebé podemos ir aplicando métodos tradicionales como:
Chupón: los bebés necesitan succionar y el uso del chupete o dedo, los tranquiliza.
Movimiento: muchos llantos se acaban cuando meces al niño en brazos, dándole un paseo en la carreola o en el automóvil.
Contacto: los bebes suelen relajarse con masajes, puedes aplicarte un aceite o la crema de tu bebé en las manos y darle un masaje en su cuerpo; muchas mamás lo hacen de manera rutinaria para que el bebé duerma mejor.
Sonidos: la música suave, los latidos del corazón, el ruido de la lavadora o aspiradora, puede tranquilizarlos, tal vez por que son sonidos que ya escuchaban en el vientre materno.
Tiempo: cuando el llanto es por tensión, o el bebé necesita descargar energía para relajarse y dormir, es mejor darle tiempo para que se desahogue
Tip: no dures tanto tiempo insistiendo con un método prueba varios.
Mantener la calma
El bebé es muy sensible a la tensión ambiental y percibe el estado de animo de la persona que lo esta cuidando, cuanto mas se mantenga la calma y se acepte el llanto del bebé, mas rápido se tranquilizara. En caso de perder los nervios es importante disponer de ayuda y saber pedirla y sin ningún tipo de complejos.
Para que deje de llorar (al menos que sea por dolor o enfermedad), podemos probar alguno de los siguientes puntos:
Atenderlo pronto
Es mas fácil atender a un niño que lleva llorando un rato, el atenderlo pronto no es sinónimo de malcrianza, ya que se le demuestra que puede confiar en su propia capacidad para reclamar ayuda y que existe alguien que se la va a brindar. Los niños que son atendidos rápida, cariñosa y eficazmente enseguida dejan de llorar. Desde luego, cuando el niño además de llorar, gruñe o se queja, es mejor darle tiempo para que resuelva su incomodidad por si mismo, especialmente cuando se va descubriendo que el bebé es muy llorón o se desespera fácilmente.
Asegurar la satisfacción de sus necesidades básicas
Es indispensable la experiencia previa de los padres; por lo general se empieza por comprobar que el bebé no tenga hambre, frió, mojado o quiera compañía; a lo mejor solo necesita dormir, lo mejor es recostarlo en su cuna, pero si el llanto empeora o después de 5 minutos no se a dormido, es mejor tomarlo en brazos. Si ninguna de las situaciones anteriores calma el llanto del niño es posible que la causa del llanto sea tensión, y solo lloran para desahogarse y descargar su nerviosismo, en este caso lo mejor es tener paciencia.
Tomarlo en brazos
Existe un mito que dice: “déjalo llorar, que no se acostumbre mal”; es un gran error, el niño solo quiere encontrar atención y afecto, si adquiere una mala costumbre no es por que se le haya consolado cuando el necesitaba. Sin embargo, tampoco es correcto cargarlo como remedio para que se calle; el tomarlo en brazos es para observarlo y averiguar lo que quiere. Recuerde que el llanto es su forma de comunicarse y no lo debemos reprimir, sino interpretar.
Destacar el dolor y enfermedad
Cuando ya se ha comprobado que las necesidades básicas están satisfechas, es posible que es llanto se por causa de enfermedad o dolor. El llanto de dolor los hace gritar de una forma característica, pero cuando no sabemos el motivo es mejor desnudar totalmente, es posible que lo ropa le este oprimiendo alguna parte del cuerpo. Si acompañado del llanto están otros síntomas como palidez, vomito, fiebre, etc. Puede ser por alguna enfermedad y es mejor llevarlo al medico.
Intentar otros métodos para tranquilizarlo
Manteniendo una actitud relajada y comunicativa, tratando de transmitir confianza y observando la respuesta del bebé podemos ir aplicando métodos tradicionales como:
Chupón: los bebés necesitan succionar y el uso del chupete o dedo, los tranquiliza.
Movimiento: muchos llantos se acaban cuando meces al niño en brazos, dándole un paseo en la carreola o en el automóvil.
Contacto: los bebes suelen relajarse con masajes, puedes aplicarte un aceite o la crema de tu bebé en las manos y darle un masaje en su cuerpo; muchas mamás lo hacen de manera rutinaria para que el bebé duerma mejor.
Sonidos: la música suave, los latidos del corazón, el ruido de la lavadora o aspiradora, puede tranquilizarlos, tal vez por que son sonidos que ya escuchaban en el vientre materno.
Tiempo: cuando el llanto es por tensión, o el bebé necesita descargar energía para relajarse y dormir, es mejor darle tiempo para que se desahogue
Tip: no dures tanto tiempo insistiendo con un método prueba varios.
Mantener la calma
El bebé es muy sensible a la tensión ambiental y percibe el estado de animo de la persona que lo esta cuidando, cuanto mas se mantenga la calma y se acepte el llanto del bebé, mas rápido se tranquilizara. En caso de perder los nervios es importante disponer de ayuda y saber pedirla y sin ningún tipo de complejos.
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